Este es el hombre más famoso del mundo.
Has oído historias sobre El. Has visto películas sobre su vida. Has estudiado su contexto histórico. Has visto creados basados en su carácter.
Este hombre, por una razón u otra, dividió la historia en antes y después suyo. Marcó la vida de muchos, y sus enseñanzas siguen siendo el fundamento de la ética y la moral secular.
Para algunos es un curioso personaje histórico, para otros es una farsa. Para muchos es un ejemplo de vida, para unos miles es el Hijo de Dios. Ciento de miles han muerto rehusando negar su fe. No importa, aun, que es lo que tu creas. La Verdad es inmutable, sin efecto alguno de tu opinión.
La historia es historia, y no doctrina. La siguiente poderosa historia del Libro Sagrado no es una leyenda, ni una fabula, es un registro histórico validado. Es una lección. Es lo que hace falta hacer para cambiar el mundo.
Celebrábase en Jerusalén la fiesta de la dedicación. Era invierno, y Jesús andaba en el templo por el pórtico de Salomón.
Y le rodearon los judíos y le dijeron: ¿Hasta cuándo nos turbarás el alma? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente.
Jesús les respondió: Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí; pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho.
Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.
Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. Yo y el Padre uno somos.
Entonces los judíos volvieron a tomar piedras para apedrearle.
Jesús les respondió: Muchas buenas obras os he mostrado de mi Padre; ¿por cuál de ellas me apedreáis?
Le respondieron los judíos, diciendo: Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia; porque tú, siendo hombre, te haces Dios.
Jesús les respondió: ¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije, dioses sois?
Si llamó dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios ¿al que el Padre santificó y envió al mundo, vosotros decís: Tú blasfemas, porque dije: Hijo de Dios soy? Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis. Más si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que conozcáis y creáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre.
Procuraron otra vez prenderle, pero él se escabulló entre la multitud. Y se fue de nuevo al otro lado del Jordán, al lugar donde primero había estado bautizando Juan y se quedó allí.
Ahí estaba Jesús, diciendo lo que nadie se atrevía a decir, haciendo lo que nadie se atrevía a hacer, señalando los crímenes que nadie quería denunciar, tomando las decisiones correctas, actuando con justicia e integridad.
Y del otro lado, estaba la turba de fariseos, ese grupo intelectual que hablaba muy elocuentemente, pero no vivían lo que predicaban. Eran los políticos de la época. Eran el discurso, pero no la práctica.
Sus vidas se confrontaban directamente: quien hacía lo que correcto y quienes decían que lo hacían. Naturalmente, La Verdad incomodaba a los farsantes, a tal grado que querían acabar con ella. Procuraban matarle.
No es sorprendente que los corruptos quieran acabar con los honestos. No es difícil de creer que se señale como culpable al único inocente. No es algo raro hoy en día ver que se satanice al bueno. Yo no sé que estés viviendo tú, tal vez eres parte del problema. Pero si eres parte de la solución, este mensaje es para ti.
No importa, no importa que se te oponga la mayoría. No importa que parezca que nada tiene sentido porque TODOS son corruptos. Da igual lo que hagan todos, mientras tú hagas lo correcto. Las cosas SI tienen solución, y la solución eres tú.
Hay miles de intelectuales y políticos debatiendo sobre qué es lo que hay que hacer, pero nadie hace nada. Dejemos de discutir, y simplemente hagamos lo que hace falta hacer.
Y por cierto, cuando comiences, ellos te perseguirán, querrán apedrearte. Pero discutirán incluso como deshacerte de ti, y mientras ellos están en sus rollos, tú podrás escabullirte.
Hagamos lo correcto, actuemos con justicia, cambiemos el mundo. Y cuando nos señalen, simplemente "escabullámonos", a seguir haciendo lo correcto.
25 October 2010
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excelente como siempre (abraham)
ReplyDelete:)
ReplyDelete'Dejemos de discutir, y simplemente hagamos lo que hace falta hacer'... así es