03 November 2010

Somos multitud.




Tal vez pienses que decir cosas como estas es mucho más fácil que vivirlas. Quizá crees que no vale la pena esforzarse por hacer lo correcto, solo porque la mayoría hace todo lo contrario, y es más sencillo simplemente dejarse llevar. La psicología define tu error como Falso Consenso.

No puedo engañarte. Las cosas por aquí andan bastante mal y todos lo sabemos bien, pero no hace vana la intención de cambiar el rumbo de nuestra historia. Esforzarnos hasta la muerta... después de todo, para qué vivir en un mundo como este.

De cualquier manera, lo que es imposible a nuestros ojos es mucho más factible viendo la realidad desde otra perspectiva, a través del lente de lo eterno. No desperdicies tu vida, vive tu vida de tal forma que a la gente se le antoje ser como tú. Valdrá la pena porque, lo sepas o no, nosotros somos más. He aquí esta poderosa historia del Libro Sagrado.


He trabajado con Eliseo desde que Giezi, su antiguo siervo, amó más las tinieblas que la luz. No llevó demasiado tiempo entender que este hombre vive en otras dimensiones, actuando como si todo aquí fuera diferente. La gente en al país lo trata como a alguien más. No se dan cuenta de que toda la Fuerza que acompañó a Elías descansa con una doble porción sobre él. Pero Eliseo nunca reclama reconocimiento. Creo que eso lo hace todavía más grande.

No puedo negar que estar junto a un hombre como él me hace sentir un poco más seguro. He visto como El Padre de las Luces obra a través de él de maneras impresionantes, pero si escribo esta carta no es sino para despedirme.

El rey de Siria ha venido tras nosotros. Eliseo había estado revelando al ejército de Israel cada movimiento del enemigo sirio como si él mismo hubiese estado dentro de la cámara más secreta del rey. Al principio, el rey pensó que había un traidor entre sus filas más intimas, pero alguien declaró que era Eliseo, mi amo, quien tenía el poder para anticipar sus obras.

Entonces el rey envió acá gente de a caballo, y carros, y un gran ejército, los cuales vinieron esta noche, y has sitiado la ciudad...


Y su siervo se levantó de mañana y salió de la casa... he aquí el ejército que tenía sitiada la ciudad, con gente de a caballo y carros. Entonces su criado le dijo: !Ah, señor mío! ¿Qué haremos?
Eliseo respondió: - No tengas miedo, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos. - Y oró Eliseo, y dijo: "Te ruego, Oh JAH, que abras sus ojos para que vea."

Y he aquí, que sus ojos fueron abiertos, y miró el monte y ahí todo un ejército de caballos y carros de fuego alrededor de Eliseo. Legiones completas de guerreros poderosos, volando sobre el monte, con ardientes llamas a su alrededor, dispuestos a dar la vida por el Siervo de La Verdad.